jueves, 17 de junio de 2010

A propósito de Comunidades...


Hace unos días, buscando información que sustente un ensayo, me encontré con parte del método que utilizaba Freire. El mismo de la Educion Popular y eso... Utilizando un método bastante socrático, validaba el conocimiento de sus 'alumnos'. Eso es lo que quiero citar. Me gustó.

" De regreso a casa recordaba la primera experiencia que había tenido mucho tiempo antes en la Zona de Selva de Pernambuco, Igual a la que ahora acababa de vivir. Después de algunos momentos de buen debate con un grupo campesinos el silencio cayó sobre nosotros y nos envolvió a todos. El discurso de uno de ellos fue el mismo, la traducción exacta del discurso del campesino chileno que había oído en aquel atardecer.


—Muy bien —les dije—, yo sé, ustedes no saben. Pero ¿por qué yo sé y ustedes no saben?
Aceptando su discurso, preparé el terreno para mi intervención. La vivacidad brillaba en todos. De repente la curiosidad se encendió. La respuesta no se hizo esperar.
—Usted sabe porque es doctor. Nosotros no.
—Exacto. Yo soy doctor. Ustedes no. Pero ¿por qué yo soy doctor y ustedes no?

—Porque fue a la escuela, ha leído, estudiado, y nosotros no.
— ¿Y por qué fui a la escuela?
— Porque su padre pudo mandarlo a la escuela, y el nuestro no.
— ¿Y por qué los padres de ustedes no pudieron mandarlos a la escuela?
— Porque eran campesinos como nosotros.
— ¿Y qué es ser campesino?
— Es no tener educación ni propiedades, trabajar de sol a sol sin tener derechos ni esperanza de un día mejor.
— ¿Y por qué al campesino le falta todo eso?
— Porque así lo quiere Dios.
— ¿Y quién es Dios?
— Es el Padre de todos nosotros.
— ¿Y quién es padre aquí en esta reunión? Casi todos, levantando la mano, dijeron que lo eran.
Mirando a todo el grupo en silencio, me fijé en uno de ellos
y le pregunté:
—¿Cuántos hijos tienes?
— Tres.
— ¿Serías capaz de sacrificar a dos de ellos, sometiéndolos a sufrimientos, para que el tercero estudiara y se diera buena vida en Recife? ¿Serías capaz de amar así?
— ¡No!
— Si tú, hombre de carne y hueso, no eres capaz de cometer tamaña injusticia, ¿cómo es posible entender que la haga Dios? ¿Será de veras Dios quien hace esas cosas?
Un silencio diferente, completamente diferente del anterior, un silencio en que empezaba a compartirse algo. Y a continuación:
— No. No es Dios quien hace todo eso. ¡Es el patrón!

(...)
A partir de ahí, habría sido posible también ir comprendiendo el papel del patrón, inserto en determinado sistema socioeconómico y político, ir comprendiendo las relaciones sociales de producción, los intereses de clase, etc.
La falta total de sentido que después del silencio que interrumpió bruscamente nuestro diálogoyo hubiera pronunciado un discurso tradicional, con frases hechas, vacío, intolerante".

Paulo Freire, 'Pedagogía de la Esperanza:
Un reencuentro con la pedagogía del oprimido', 2005

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